Referencias a Holanda en la obra de José Martí

Alejandro Cernuda



En las Obras Completas de José Martí existen varias referencias a Holanda, en cuanto a su cultura, historia y a la relación con los primeros colonizadores de Estados Unidos.

Meissonier uno de los hombres más conspicuos por su fortuna, fama y talentos en nuestra época. En toda su vida, que es ya larga, no ha pintado más que dos retratos de mujeres. Al verle, no parece sino que sea un mosquetero, que aún vive, de aquellos que acompañaron por los pantanos holandeses en su guerra tremenda al Duque de Alba. ¡Qué falta de maniqueísmo! Con lo mucho que se utiliza este recurso hoy en la política.

En varias ocasiones sorprende el sentido humano en la interpretación que da José Martí a hechos históricos. Quien haya leído su diario de campaña sentirá esta contradicción en el momento que narra la ejecución ordenada por Máximo Gómez de aquel oficial mambí que ha violado y matado o también sus reflexiones sobre el honor español, o la amistad o la valentía de los habitantes de una tierra que en ese momento colonizaba a su país y a él lo había mandado al exilio.

Aquí habla de la guerra tremenda del Duque de Alba, mientras en otros momentos de sus textos enaltece a Guillermo de Orange, contrapartida de aquella lucha. Pero a lo que el arte toca. Jean-Louis-Ernest Meissonier. Cierto que fue adinerado y pintó muchos retratos de mujer, pero su fama recae principalmente en que fue ilustrador de varias obras de Balzac

Vista de Delft

Vista de Delft. Johannes Vermeer.

Bilderdijk, que escribió 300,000 versos y amó bien a su patria; Helmer, un artesano de Amsterdam que escribió cantos guerreros; Van der Palm, que dijo grandes verdades en libros claros y excelentes; y Tollens, que pintó muy bellas escenas de familia-son tenidos como los padres de la literatura en la honrada y libre Holanda.

Entre los escritores más relevantes de Holanda Martí no menciona a figuras tan importantes como Erasmo de Rotterdam o Hugo Grocio. Tampoco dice nada de Eduard Douwes Dekker (Multatuli)

¡Pero qué cuadro soberbio es este Rembrandt! Pilatos, de torpe ademan, de mirada furtiva, revelando claramente en su rostro contraído el terror que le posee, está en contraste con el admirable Cristo, cuyo delicado colorido, la sublime expresión de su cara, la mirada celestial y las huellas del dolor, tan naturales, tan amargas y tan hondas, encantan al ojo artístico. Culpable indiferencia, curiosidad estúpida, crueldad insolente están representadas en las soberbias cabezas llenas de viril expresión, realzadas por un colorido puro e igual. No puede haber duda de que este cuadro perfecto es del pincel del gran realista de Holanda, que podía interpretar los rasgos del alma sin desfigurar el cuerpo que la albergaba.

Y hablando de Estados Unidos dice:

Fue Lincoln el primero que hizo el Día de Gracias fiesta de la nación, aunque desde los puritanos holandeses era costumbre celebrar hechos faustos, cosechas pingües, libertades nuevas, con cervezas y pavos, y danzas y fogatas.

El Día de Acción de Gracias cuarto jueves de noviembre- es una de las celebraciones más importantes en la cultura norteamericana. Institucionalizado por Lincoln durante la Guerra de Secesión. Se celebra, en principio, en honor a la cosecha lograda por un grupo de colonizadores calvinistas llegados a Nuevo Mundo. Pese a ser ingleses la persecución religiosa en su país de origen los había llevado primero a Holanda. Como explica Martí los descendientes de holandeses en Nueva York habían mantenido costumbres semejantes, y hoy en Holanda es así y muchos pueblos conservan estas tradiciones festivas al fin de la cosecha.

El Día de Acción de Gracias en honor a aquellos primeros expedicionarios que llegaron a Norte América también se celebra en Leiden, Holanda.

Los que con su arrogancia visible deslucen el justo placer de venir de una familia honrada y vieja, los que van a conmemorar los patriarcas holandeses, comiendo, bebiendo y fumando en pipa, tal como en el vestíbulo de su casuca fumó antaño, en paz con los indios de la virgen Mannabata, el buen viejo lampiño Wonter van TwiIIer.

Desconozco hasta qué punto la tradición norteamericana y por extensión la opinión de Martí sobre Wonter van Twiller, sea la correcta. Este señor, segundo gobernador de Nueva Ámsterdam, hoy conocida como Nueva York, fue el propietario de varias islas y tierras en el interior del continente. Compró estas propiedades a cambio de dos cabezas de hacha, un collar de cuentas y varios clavos de hierro; y todos contentos.

Wonter van Twiller inauguró este tipo de transacciones con los nativos de América del Norte, aunque ellos no estaban muy seguros de entender en qué consistía eso de poseer la tierra.

… del bravo Amézquíta que, cuando el holandés Balduino Enrico, lo retó en el Morro a duelo singular, y clavó en el duelo a Holanda; del brío e independencia de su país y de lo propio de la libertad.

La piratería fue una institución admitida dentro de las leyes holandesas en la época de la colonia. Balduino Enrico (Boudewijn Hendrijks, muerto en 1626 de fiebres en la región de Matanzas, Cuba) fue un connotado corsario el servicio de la Compañía de Indias Occidentales. En la batalla de San Juan fue retado a duelo por el oficial puertorriqueño Juan de Amézquita, quien lo derrotó. Pese a ello San Juan fue tomada por los holandeses. Las campanas de la primera iglesia protestante del distrito financiero de Wall Street, en Nueva York (aún en uso) fueron tomadas de San Juan en aquel asalto.

Sociedad y costumbres en Holanda, por Martí:

Los pescadores dejan usualmente morir los peces que caen en su red o muerden su anzuelo: no hacen esto los holandeses: los matan en el instante mismo en que los sacan del agua, y afirman, y con ellos unos especialistas, que los pescados así muertos tienen un sabor y un aroma mucho más agradable que aquellos que han muerto asfixiados, como los peces mueren, en violenta agonía. Holanda, donde no hay holandés que no sea feliz, y viva como en pueblo grande, por su trabajo de marino, de ingeniero, de impresor, de tejedor de encajes, de tallador de diamantes. envía el amigo (.) a la madre un pajarillo lindo, que lleva en el pico una muñeca, la cual es usanza de este año, que ha venido de Holanda, donde de los niños saben, como sabemos nosotros, que vienen en cestos de flores; que los recién nacidos son traídos a la casa en el pico de los pájaros, que los dejan caer para que no se lastimen, en los brazos de sus madres.

Son muchas más las referencias a Holanda en la obra de José Martí pero mi ánimo no es hurgar a fondo, ni contribuir más a ese mal de la época moderna. esa crítica a la crítica. Habla de papel, telas, oficios, pintores, costumbres en general. Sus obras completas son también un compendio de buen periodismo, un catálogo de la época y uno de los mejores documentos para conocer el espíritu norteamericano del siglo XIX. Sin dudas el país de más interesante desarrollo en esta época.

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